Cuando en los parlantes se escuchó el clásico Respect de Aretha Franklin, Justin Bieber salto de su asiento y se puso a bailar con el personal de un reconocido restaurante de Las Bahamas.
El joven artista llegó a este paradisiaco lugar para ofrecer un concierto en el Atlantis Resort Imperial Ballroom, en una fiesta que fue solo exclusiva para los huéspedes del hotel.
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