Aunque son difíciles de encontrar, las tarjetas gráficas silenciosas existen felizmente. Son escasas en comparación con la totalidad de modelos del mercado, y de hecho suele ser más o menos complicado hallarlas en los establecimientos: el catálogo es bastante pequeño y la mayoría de usuarios se decantan por los modelos con ventilador integrado.
Pero como decimos en el título de esta entrada, haberlas haylas, como las meigas, y de hecho prácticamente todos los fabricantes suelen tener sus propios modelos. Suelen incorporar GPU de gama media-baja, pues son éstas las que menos se calientan y para las que un sistema de disipación pasiva es más que suficiente.
Un aspecto a tener en cuenta es que hay algunas tarjetas gráficas pasivas que están underclockeadas, es decir, tienen unas frecuencias de funcionamiento por debajo de lo normal. Esto es debido a que a menor frecuencia disminuye el calor generado, con lo que los requerimientos en el sistema de disipación también se ven reducidos.
Microprocesador, otro componente pasivo
Otro punto interesante si quieres hacerte un ordenador completamente silencioso es tener un microprocesador con refrigeración pasiva, pero aún lo tendremos más difícil. Las CPU pasivas que existen en el mercado pertenecen a plataformas como Intel Atom o AMD Fusion (recordad aquella Zotac ITX Pasiva), a lo sumo algún Athlon II o Core 2 Duo.
Además hay que tener en cuenta que se suelen vender conjuntos de placa base + procesador + disipación pasiva, todo en el mismo pack y con personalización nula: esto es, no podremos elegir el modelo concreto de placa base, ni de procesador ni suelen existir alternativas en el propio disipador.
Los ordenadores silenciosos son para el salón
Los equipos destinados a usar una de estas GPU pasivas son, generalmente, ordenadores para el salón, ya que siempre se intenta conseguir un silencio absoluto para disfrutar al máximo las reproducciones de vídeo. Los precios son por lo general algo superiores a los modelos con disipación activa (ventiladores) y, como decimos, se pueden encontrar de todos la práctica totalidad de fabricantes existentes.
Evidentemente no hay ninguna guía o manual de uso obligatorio que nos indique lo que tenemos que hacer con nuestros gadgets. Otro posible uso para los ordenadores pasivos y totalmente silenciosos es, simplemente, usarlos como ordenador principal: las características que incluyen aportan un rendimiento que para muchos es más que suficiente y con el que se podrá ejecutar cualquier tarea cotidiana. Ya os imagináis, nos referimos a navegación web, ofimática, vídeos en alta definición y demás.
¿Tenéis alguna experiencia con un ordenador totalmente pasivo? ¿Creéis que estos sistemas aportan más beneficios que desventajas? Ahora que se acerca el verano seguro que más de uno maldice su HTPC y sus ventiladores… ¿verdad?