Los Stones habían escapado del Reino Unido acosados por el fisco y encontraron cobijo en "Nellcôte", una villa alquilada en Villefranche-sur-Mer (Costa Azul) por el guitarrista Keith Richards, quien en aquellos días pasaba por uno de sus períodos de mayor adicción a la heroína.
No eran las mejores condiciones para acometer su décimo álbum de estudio, pero de la fecundidad de aquellas sesiones de grabación dan cuenta las canciones adicionales incluidas en la edición especial del disco, cuya versión remasterizada se pone a la venta mañana.
Temas como "Pass the wine (Sophia Loren)", "Dancing in the light" y "Good time women" no desentonan en absoluto en esta nueva edición al lado de las dieciocho canciones publicadas en "Exile on Main Street" en 1972.
El punto creativo más alto de la historia de los Stones
Entre las diez canciones nuevas, que fueron encontradas durante el proceso de reedición del álbum, figuran versiones alternativas de "Soul survivor" y "Loving cup", incluidas en la edición original del disco.
Mick Jagger llegó a opinar que tal vez "Exile on Main Street" estaba sobrevalorado, pero el disco más largo de la extensa carrera de los Stones es también el más apreciado por la crítica y un fijo en las clasificaciones de los mejores álbumes de la historia.
El éxito del disco doble fue inmediato y debutó en lo más alto de las listas, impulsado por el single "Tumbling dice", que apareció como adelanto de un álbum en el que compartía los momentos más destacados con temas como "Rocks off" y "Happy".
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