Nadir Khayat nació en Marruecos, desde donde se trasladó primero a Suecia y después a Nueva York. Bajo el nombre de RedOne ha trabajado con varios grandes del panorama musical, como Michael Jackson, Akon, Kylie Minogue, Shakira y Lionel Richie, entre otros. Y ahora acaba de inaugurar su nueva discográfica, 2101, a través de la cual lanzará el primer trabajo del artista congolés Mohombi. El productor compartió algunos de sus secretos con la BBC.
-¿Cuál es el secreto para escribir un éxito mundial?
Le doy gracias a Dios por mis conocimientos musicales. Pero el verdadero secreto es el artista. Lo hicimos bien con Lady Gaga. La gente se ha dejado seducir por todo: su estilo de vida, su música y su visión.
-Cuando trabajan en una canción, ¿cuántos borradores escriben?
¿Sabes qué? La mayoría del tiempo trabajamos muy rápido. Con Lady Gaga, todas las canciones nos salieron así de rápido (chasquea los dedos).
-Entonces, si escucháramos las demos del álbum “The Fame”, ¿serían casi idénticas a la versión final?
“Bad Romance” de Lady Gaga ha sido número uno en 18 países. ¡Sí, sí, sí! Llevo 20 años trabajando en el mundo de la música. Y cuando escribo canciones, sé inmediatamente cómo sonarán. Recuerdo que yo y Gaga nos encontrábamos en un autobús cuando empezamos a escribir “Bad Romance”. Lo hicimos con dos pares de auriculares. Tan pronto como oí el "woah-oh-oh-oh-oaahhh" de la introducción, pude ver a todo un estadio lleno de gente cantándolo.
-¿Siempre escribes música para llenar estadios? Por supuesto. Creo que me viene por ser un fan del rock. El objetivo es ver a cientos de personas cantando la misma letra. Entonces sabes que esa canción es buena. Especialmente en los países donde no se habla inglés.
-¿Es por eso que en muchas de sus canciones usan sonidos sin sentido como "ra, ra, ra", en el estribillo de Bad Romance?
Por supuesto. Es lo mismo con "ma ma ma ma" en Poker Face. Es un gancho.
-¿Te molesta que muchas canciones se filtren en internet? Me mata, especialmente cuando pasó con “Bad Romance”. No entiendo cómo pudo suceder. Lo mismo pasó con “Alejandro”. Es realmente sorprendente.
-Entonces debe ser tentador cambiar las canciones para que la gente aún se interese por la versión acabada...
Lo que sucedió con esas canciones fue que, de hecho, aún estábamos trabajando en ellas. Sólo teníamos el demo de la voz, ya que lo grabamos con un pequeño micrófono incorporado en el ordenador portátil y, por tanto, se podía oír el ruido de la carretera. Esa fue la versión que se filtró. Después fuimos a un estudio y grabamos la voz otra vez.
-Me imagino que las discográficas se acercan a ti pidiéndote "algo que suene parecido a Poker Face"…
Sí, constantemente. Y yo les digo, "no, eso es Lady Gaga". Ése es su sonido. Creé esa música, sí, pero la hice para Gaga, porque es ella. Eso es lo que ella respira. Ya no hago lo que llamo "composición basura", que es cuando la gente me pide un single, un single, un single. No. Si tú quieres que yo invierta mi tiempo en ti, tú tienes que dedicarte a mí como artista plenamente.
-¿Has sido culpable de eso en el pasado?
Sí, pero ya no más. Esto es precisamente lo que amo de la música de otra época. Escuchas a Stevie Wonder y sólo puede ser Stevie Wonder. Lo mismo pasa con Led Zeppelin. Hoy en día, esto ya no sucede. Coge como ejemplo a Nicole Scherzinger (antigua líder de las Pussycat Dolls), con quien acabamos de crear su último disco. Su álbum anterior nunca se lanzó a la venta porque era como una colección de hamburguesas, como la "comida basura". Una del McDonalds, una de Burger King, etc. Tenía buen gusto, pero no era consistente. Sin embargo, la gente se va a volver loca con su nuevo disco porque es ella realmente.
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