El presidente estadounidense Barack Obama hizo, poco tiempo después, el dramático anuncio en la Casa Blanca.
Se trata de una gran victoria para Obama y su equipo de seguridad. Su antecesor, George W. Bush, había prometido en muchas oportunidades llevar ante la justicia al autor intelectual de los ataques del 11 de setiembre del 2001 en Nueva York y Washington, pero no lo logró.
El cabecilla de Al Qaeda estaba siendo buscado desde que en el 2001 logró eludir al Ejército de Estados Unidos y fuerzas de la milicia afgana en una operación en las montañas de Tora Bora.
Pero la pista se enfrió pronto una vez que Bin Laden desapareció. Desde su escondite, Bin Laden ha enviado mensajes de advertencia a Occidente a través de mensajes grabados en video.
Además de los ataques del 11 de septiembre del 2001, Washington también cree que Osama Bin Laden estuvo detrás de otros ataques como la voladura de la embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998.
Tras conocerse reportes de la muerte de Bin Laden, una multitud se reunió en las afueras de la Casa Blanca para celebrar, coreando “Estados Unidos, Estados Unidos”.
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