Y es que el remozado Estadio Nacional fue una caja de resonancia para todos los gritos que se oyeron cuando sonaron los primeros arpegios de “Under the bridge”, fue un trampolín gigantesco para todos los que saltaron al ritmo de “By the way” y fue una marea de brazos y celulares con “Around the world”.
Muchas otras canciones fueron cantadas a todo pulmón, como “Can’t stop”, “Californication” y “Higher ground”, pero la energía de esos temas quedará grabada con fuego en la memoria de los que, por primera vez en suelo peruano, pudieron disfrutar de una banda noventera capaz de llenar estadios a pesar de los años.
0 comentarios:
Publicar un comentario