Conozca la vida de Joe Perry, uno de los genios creativos de Aerosmith

Allá arriba, sobre el escenario –aquel campo de lucha donde todo puede ocurrir- existe un guerrero inexpugnable en cada batalla que libra Aerosmith. Alguien que, a la izquierda de Steven Tyler, despedaza notas de su guitarra con arrogante aplomo. Posee una mandíbula saliente de mafioso y una melena negra que –brillante y a veces teñida- le cubre medio rostro, casi con un gesto pétreo. Es una estrella de rock hasta el último detalle, y él lo sabe.

Hablamos nada menos que del genial Joe Perry, primera guitarra del la mejor banda de hard rock de la historia, padre de la mayoría de temas de Aerosmith y uno de los mejores guitarristas de la historia del rock mundial. Es y siempre ha sido el creador de las más poderosos y a la vez melódicos riffs del hard rock.

Una recopilación de lo bueno de Joe.


Qué mejor que riffs como "Toys in the Attic", "Love in an Elevator", "Draw the line", "Whalk this way", o solos como los de "Eat the Rich", "Nine Lives" o "Crying", por nombrar algunos.

Perry obtuvo el puesto 48 del ránking de la Rolling Stone de Los mejores 100 guitarristas de la historia, aunque me queda la sensación de que pudo ser mejor rankeado en una lista que sorpresivamente prescindió de Slash.

Nuestro héroe de la guitarra nació en Massachusetts en 1950 y desde pequeño disfrutaba tocar temas de los Beatles y Roy Orbison con una guitarra que le había fabricado su tío. Pese a que sus padres le quisieron inculcar el hábito de tocar el piano y el clarinete, él seguía obsesionado con las cuerdas, aunque muy al estilo de la leyenda Chuck Berry, es decir, no al clásico acústico.

Más tarde, Perry se sumergía en algo más ‘heavy’, como la música de The Ventures y de The Yardbirds y después de Ten Years After y Deep Purple, típica de adolescentes de su época.

Cansado de estudiar, se trasladó a New Hampshire, donde consiguió trabajo en una heladería “The Anchorage”, con un sueldo que lo mantendría y pagaría su hobby musical. Allí conoció a un rubio llamado Tom Hamilton (actual bajista de Aerosmith), con quien formaría una banda de nombre Pipe Dream.

Muy a menudo, vio entrar a su tienda nada menos que a Steven Tyler junto a sus amigos de Chain Reaction (banda de Steve), quienes actuaban ya como unas prematuras estrellas de rock: cuando visitaban su heladería, tiraban comida por todas partes, como chimpancés furiosos y él lo tenía que limpiar todo cuando se iban.

Pero el destino quiso que se conocieran y que a Tyler le interesara la propuesta musical de Perry y formaran un trío. En 1969 se creó The Jam. Eran Perry (guitarra), Hamilton (bajo) y Tallarico (batería). El resto es historia conocida. Más tarde se unirían Joey Krammer y Brad Whitford y obtendrían su visa a la gloria.

Perry ha coleccionado alrededor de 600 guitarras en toda su carrera, pero la más significativa debe ser la Gibson Les Paul (sale en la foto de arriba), modelo que usó desde los años 70 con algunas modificaciones.

Tocando Walking the dog (cover) junto a Slash.


Los últimos años, mal que bien, el obstinado Perry ha retomado su carrera como solista lanzando trabajos como "Joe Perry" (2005), "Have guitar, will travel" (2009). Aunque sin descuidar a su querida, irreverente e inmortal banda, que hoy está más solida que nunca.

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