Reconozco que aún no he tenido tiempo para escuchar detenidamente Angles, pero en mi único primer play completo las sensaciones fueron bastante buenas, con un regusto que mezcla la idea de que han querido intentar cosas nuevas, pero siempre manteniendo la esencia de los veinteañeros The Strokes. Esa mezcla de ideas las encontré en Taken For A Fool, cosa que en directo gana con creces.
Personalmente, ese rollo de muchos frontmen de cantar entre shoegazing y perdona-vidas me cansa un poco y, sí, con Julian Casablancas me pasa. En cambio, y contra todo pronóstico, el líder de The Strokes apareció por el plató del show de David Letterman con ganas de gustar, de motivar al público y de ofrecer algo diferente. Y con esto me refiero a que boquiabierto me he quedado al ver ese conato de mirar a cámara; moverse, no sé si lo consideraría bailar, o lanzar el micro al suelo y acabar de rodillas. La pregunta de si se encontraba bien de Letterman no tiene precio. En fin, si a todo eso le sumamos lo bien que suenan en directo y la solidez vocal de Casablancas, digo que gran actuación.
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